¡Increíble! Orangután sorprende a científicos curando su herida con planta medicinal en Indonesia

En el exuberante Parque Nacional de Gunung Leuser, en Indonesia, un hecho extraordinario ha dejado perplejos a científicos y amantes de la naturaleza por igual. Rakus, un majestuoso orangután de Sumatra, se convirtió en protagonista de un asombroso acto de autotratamiento al curar una herida en su mejilla utilizando una planta medicinal local.

Fue en junio de 2022 cuando los investigadores, dirigidos por la bióloga Isabella Laumer, notaron a Rakus con una herida considerable en su rostro. Se presume que el origen de esta lesión fue una disputa con otros orangutanes machos, pues Rakus había estado emitiendo sonidos de alarma días antes del descubrimiento.

An orangutan called Rakus is the first non-human animal ever observed treating a wound with a plant that has medicinal properties.
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— New Scientist (@newscientist) May 3, 2024

Lo que ocurrió a continuación desafió todas las expectativas: Rakus, de manera consciente y deliberada, comenzó a masticar el tallo y las hojas de una planta conocida como Akar Kuning, reconocida por sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Este acto, que los científicos describen como nunca antes documentado en orangutanes salvajes, llevó a Rakus a aplicar repetidamente el líquido de la planta en su herida durante aproximadamente siete minutos, seguido por una capa de hojas masticadas que cubrían completamente la lesión.

El efecto de este tratamiento natural fue asombroso: la herida, que inicialmente lucía preocupante, mostró signos de curación en tan solo cinco días, cerrándose por completo en un mes, dejando a Rakus completamente recuperado.

Laumer y su equipo observaron con fascinación cómo Rakus, aparentemente, entendía el propósito curativo de la planta medicinal, lo que sugiere una comprensión sorprendente de la medicina entre estos primates. Esta revelación, que destaca la asombrosa semejanza entre humanos y grandes simios, promete abrir nuevas perspectivas sobre la capacidad de otros animales para el autotratamiento.

Esta historia, más allá de su relevancia científica, nos recuerda la sorprendente complejidad y conexión que compartimos con nuestros compañeros en este planeta.